MIGUEL ESPINO



Nació en el seno de una familia de literatos, fue hermano del joven poeta lírico Alfredo Espino, autor de la antología Jícaras Tristes y su abuelo materno don Antonio Najarro (1850-1890), publicó la obra poética Ecos del Alma. Se casó con doña María Luisa Nieto.1

[editar]Trabajo literario

Durante los años 20, trabajó como periodista en los diarios de la época: Diario Latino y La Prensa. Él ingresó a la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvadoren 1921; en 1927 viajó a México, para trabajar en la Delegación Diplomática de su país, allí habría de culminar su doctorado en Jurisprudencia en la Universidad Nacional Autónoma de MéxicoUNAM en 1928.
Se dedicó a la narrativa, desde su juventud. A los 17 años publicó Mitología de Cuscatlán, recopilación de antiguas leyendas indígenas. Además publicó una colección de cuentos titulada Como Cantan Allá (1926). Publicó también dos novelas: Trenes(1940) y Hombres Contra la Muerte (1947), su obra más reconocida, ambientada en Belice; ambas fueron traducidas al inglés y alfrancés. El Gobierno de El Salvador le otorgó en 1948, un premio literario, por su obra Hombres contra la Muerte.
La prosa de Espino ha sido descrita como "valiente y audaz" por atreverse a romper mitos acerca del pasado indígena. En general, el objetivo primordial siempre es dar a conocer a los salvadoreños la cultura de los antepasados y demostrar que pueden retomarse costumbres y tradiciones. Expresó en varias ocasiones que su mayor sueño fue el de educar a los indígenas que aun existían para que se integrasen a la sociedad moderna, fomentando así sus aportes a la cultura.2
No suelen hacerse comparaciones con su hermano por la profunda diferencia de estilo entre ambos; sin embargo, existen ligeros puntos en común, por ejemplo la forma detallada de describir cada elemento percibido por medio de metáforas y símiles. A pesar de haber crecido juntos, Miguel era mucho más realista que Alfredo, viendo el mundo (y describiéndolo a través de la literatura) de una forma más real y palpable, como reflejo inequívoco del pasado.
Expresó reiteradamente su profunda admiración por Alberto Masferrer, al cual calificaba de maestro, dándole el apelativo de "Apóstol de la armonía social en El Salvador"3

[editar]Sus últimos días

En 1951, debido al daño que le causó un derrame cerebral, tuvo que poner fin a su carrera literaria, evitándole acabar su novela inspirada sobre el caudillo centroaméricano Francisco Morazán. Su familia lo trasladó a México, donde permaneció retirado los últimos años de su vida.4

No hay comentarios:

Publicar un comentario